Es extraño como funciona este sentimiento...echar en falta a alguien. Es como que tu corazón siente tan presente algo, que cuando tu cabeza se da cuenta de que ese algo no está ahí, ambos entran en conflicto y confusión. Y es una gran putada.
¿Como convencer a tu corazón de la ausencia? ¿Como pedirle a tu cerebro que no sea tan cruel con el corazón? Que le permita creerselo, que no le diga que no.
Y que curioso es cuando la mente se toma la libertad de engañar también a los sentidos...un olor, un tacto, una canción que te recuerda que algo te falta. Que poca vergüenza. Y sin tan siquiera preguntar.
Me parece apropiado también mencionar esa situación en la que echas de menos algo que nunca fue tuyo. Parece irónico, ¿verdad?, notar la ausencia de algo que nunca has tenido. Parece que tampoco tienes derecho a ello, pero aún así lo haces, y el hecho de que nunca te perteneció no consigue aliviar el hecho de que ya no está.
Y esta vez siento que una gran parte de mi corazón se va muy lejos, quien sabe si para algún día regresar.
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